Las profesiones en peligro de desaparecer pero que se
siguen estudiando
De Jorge Chamizo | La otra cara de
la moneda – vie, 29 nov 2013 6:32 a.m. EST
Es un problema
reconocido pero en absoluto resuelto. En muchos casos, lo que se estudia en las
universidades y en las escuelas de formación profesional no tiene demasiada
utilidad en el mundo real de las empresas. El desarrollo vertiginoso de la
tecnología y el cambio social provocan incluso que muchas
profesiones tengan sus días contados. Otras van a cambiar tanto o están
cambiando ya tanto, que los estudios que se imparten para poder ejercerlas han
perdido gran parte de su utilidad.
Muchos expertos están
convencidos de que, como pauta, van a desaparecer los trabajos manuales
susceptibles de ser sustituidos por una máquina o un ordenador pero, además, se van a extinguir el empleo intermedio que
no den un suficiente valor añadido. Es decir que el problema que se vivió en
las distintas revoluciones industriales se reedita ahora debido a nuevos
avances. También van a desaparecer puestos derivados del
cambio demográfico, educativo y social, como muchos relacionados con el medio
rural– y otros debido a la integración de perfiles debido al incremento de la
productividad y la versatilidad de los nuevos empleos.
Delineantes, patronistas textiles, periodistas, oficios de artes gráficas,
informáticos e ingenieros de telecomunicaciones en programación o tecnologías
desfasadas, técnicos de correos, secretarias, cajeras de supermercado,
taquilleros y puestos de atención al público en general y ordenanzas y
celadores son oficios y profesiones en peligro.
Por no hablar del
esperado impacto que va a tener en
multitud de profesiones y negocios la impresora 3D. Un efecto que todavía
no esta suficientemente documentado, pero que puede trastocar por completo las perspectivas profesionales de diseñadores, técnicos en logística, y
torneros, entro otros, dejándoles en el paro.
Algunos de los trabajos
lograrán sobrevivir pero recurriendo a un enfoque artesanal, retro y ecológico,
pero otros pasarán a la lista de oficios para la historia, junto al operario de
telégrafo, el sombrerero, el lechero o el sereno.
Sin embargo, no todo es
destrucción de perfiles laborales, antes al contrario. El desarrollo
tecnológico propicia la aparición de un montón de profesiones que
se crean con el objetivo de responder a las necesidades tecnológicas o por
retos como el envejecimiento progresivo de la población. Fisioterapia,
rehabilitación, y medicina, el cultivo de alimentos orgánicos o psicólogos son
algunos ejemplos de profesiones con futuro. En el campo de las tecnologías, el
abanico es amplio también.
La clave para activar el
mercado de trabajo es que la formación que se imparta
en los centros educativos se adapte a estos cambios. En la reunión anual de
la organización Shape Europe, organizada por la red internacional Global
Shapers, Javier Solana y otros expertos han denunciado esa inadecuación del
sistema educativo al profesional.
Se trata de un problema
al que se enfrentan actualmente los jóvenes cuando salen de la Universidad al
mundo laboral: no parecen converger las demandas de las compañías con la
preparación real recibida por los estudiantes. Un hándicap que se vuelve
determinante, según el gurú, Salvatore Nigro, consejero delegado de Europe
Education for Employment, para quien la gente "entra en carreras
universitarias para trabajar en cosas que muy probablemente no existirán cuando
terminen".
IDNet Noticias
@Jorcha
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