ANALIZA EL MENSAJE QUE TRANSMITEN LOS SIGUIENTES
CARTELES ELECTORALES
CARTELES ELECTORALES
La campaña del PP presenta un tono serio y sobrio acorde con el propio eslogan “España en serio”. Se sitúa a Mariano Rajoy en un primer plano de tal modo que la foto parece que hubiese sido tomada mientras trabajaba en su propio despacho. La utilización de un fondo blanco y limpio sin distracciones sirve para agudizar ese tono de serenidad, responsabilidad y compromiso que quieren transmitir los populares.
«España en serio. 20D». Partido Popular.
Muchas de las piezas publicitarias van acompañadas de frases en apoyo a la campaña estratégica que han denominado Plan 20/20, con el que se han marcado el objetivo de conseguir 20 millones de trabajadores durante la próxima legislatura que acabaría en el año 2020: “1 millón de empleos creados en 2 años”, ” millones de empleos más antes de 2020″.
En la parte inferior del cartel vemos como se ha situado el nuevo logo del PP en el propio ‘0’ (cero) de la contracción 20D, código monolítero que indica el día de las elecciones generales.
PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL ‘PSOE’.
«Vota por un futuro para la mayoría». PSOE.
El plan de marketing del PSOE continúa con esa misma linea americana que recuerda en muchos aspectos a la utiliza por Barack Obama. Se sitúa a Pedro Sanchez en un primer plano mirando directamente a la cámara acompañado del eslogan “vota por un futuro para la mayoría”. Mientras que las siglas ‘PSOE’ se disponen en la parte superior a gran tamaño y utilizando todo el ancho del cartel electoral. El logotipo del PSOE creado por el diseñador Pepe Cruz Novillo (Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes) queda situado a pequeña escala en la esquina inferior izquierda. De esta modo parece que los grandes partidos pretenden huir de todo corporativismo asociado a la historia reciente en una etapa en la que el bipartidismo está en tela de juicio.
CIUDADANOS. VOTA CON ILUSIÓN.
El líder del partido naranja se muestra sonriente en un fotografía sobre fondo gris neutro. Albert Rivera sigue fiel a su estilo desenfadado vistiendo sin corbata y camisa blanca ligeramente desabrochada.
«Vota con ilusión». Ciudadanos.
Ciudadanos C’s es una plataforma civil que ha conseguido hacerse un hueco entre los partidos políticos más importantes de España. Su campaña invita al voto mediante el eslogan ‘Vota con ilusión’.
PODEMOS. 20D VOTA PODEMOS.
Los carteles muestran a un Pablo iglesias sonriente, aspecto algo desaliñado y en manga de camisa, como es habitual en el. Su mirada sale del marco en un afán de conseguir transmitir la esperanza del cambio. Se utiliza un mensaje claro y directo hacia el espectador ’20D vota Podemos.’ acompañado de la dirección web ‘unpaiscontigo.es’ En la parte superior se ha empleado un cuerpo de texto más pequeño para disponer en diferentes colores algunas frases breves y concisas: ‘sin corrupción’ (verde), ‘con democracia’ (morado), ‘con derechos’ (amarillo), con unidad en la diversidad’ (rojo), ‘con justicia’ (azul), ‘con igualdad’ (fucsia). Resulta curioso que el logo de podemos no aparezca representado.
http://diseñocarteles.com/carteles-electorales-20d/
IMAGEN PERSONAL DE LOS CANDIDATOS
La imagen que transmiten los candidatos pesa mucho entre los electores, y todos ellos cuidan hasta el mínimo detalle y moldean su estética para sintonizarla al máximo posible con su discurso. A medida que se ha ido acercando el pistoletazo de inicio a la campaña del 20-D, los candidatos de los principales partidos han acabado de perfilar los últimos rasgos definitorios de su estilo, con variaciones que podrían parecer imperceptibles pero que, como el lenguaje no verbal, sirven para comunicar y transmitir un mensaje determinado.
http://www.elconfidencial.com/elecciones-generales/2015-12-06/la-nueva-imagen-de-los-candidatos-en-campana-electoral_1114085/
Pablo Iglesias
Es el candidato que más ha contribuido a romper los moldes preestablecidos, provocando incluso que los asesores de sus rivales electorales imitasen parte de su estilo propio de una persona de la calle, alejada de los políticos profesionales, encorbatados y sin recogerse nunca las mangas de la camisa. Pocos son los medios extranjeros que cuando informan sobre el líder de Podemos no se refieran a él como el politólogo con coleta. La principal característica estética de Pablo Iglesias de la que ya no podría desprenderse, asegurando desde un principio que no pensaba cortarse la coleta aunque llegase a La Moncloa.
Fue también el primero que rompió con la corbata, independientemente del tipo de acto al que acuda. Ni en sus intervenciones en el Parlamento Europeo ni cuando acudió a La Moncloa invitado por Mariano Rajoy para abordar la situación en Cataluña hizo uso de esta. Entre los pocos políticos europeos que se homologan a esta estética “de los de abajo” está Alexis Tsipras, el primer presidente sin corbata, quien no se la puso ni en su investidura ni siquiera cuando acudió al Parlamento Europeo para defender sus planes económicos.
Los cambios en la imagen de Pablo Iglesias han sido imperceptibles desde la irrupción de Podemos, aunque significativos. El primero de ellos se produjo poco después de fundar el partido, cuando sus asesores lo obligaron a quitarse el piercing que desde años atrás lucía en una ceja. Demasiado informal y desenfadado como para dar credibilidad a su discurso.
El segundo gran cambio, secundario pero cargado de simbolismo, se produjo hace pocas semanas: ha dejado de portar la pulsera republicana que siempre lo acompañó. Este gesto ha coincidido en el tiempo con cierta moderación discursiva, en base a la cual el cambio del modelo de Estado ya no es una reivindicación identitaria de Podemos, ni tampoco una cuestión urgente. Incluso cuando justifica esta falta de urgencia evita nombrar el término “república”, sustituyéndolo por “un jefe de Estado que pueda ser elegido democráticamente”. Eso sí, mantiene el resto de pulseras, entre las que destaca la morada con el nombre de Podemos.
En las últimas semanas ha intensificado su presencia pública con camisas blancas, dejando atrás los cuadros, como acostumbraba a vestir hasta hace pocos meses. Una vestimenta que coincidiría con el cartel electoral del partido para el 20-D, y con la que el público tuvo tiempo de ir acostumbrándose, aunque fuese de manera subjetiva.
Pedro Sánchez
Los asesores del candidato socialista siempre miraron por el retrovisor al líder de Podemos. La corbata de Sánchez se ha ido quedando en el armario cada vez con mayor frecuencia, exceptuando sus intervenciones parlamentarias, importantes actos instituciones como la firma del pacto antiyihadista o cuando trata de vender un 'look' presidencialista, como ocurrió con su puesta en escena cuando fue proclamado como candidato a la Presidencia del Gobierno por el PSOE. Además, ha aprendido a remangarse la camisa, aunque lo haga por debajo del codo, en lugar de por encima, como el Iglesias de las “clases populares” o trabajadoras.
Los socialistas no quieren que los adelanten por la izquierda, pero mucho menos que la imagen de Pedro Sánchez se vincule a lo viejo, al inmovilismo contra el cambio y la frescura que transmite el candidato de la formación emergente. En este giro, Sánchez se ha acostumbrado a llevar mochila en lugar de maletín. Además, suele llevarla colgada por una sola asa, potenciando así el toque juvenil que roza casi la estética yuppie. Con todo, está lejos de utilizar zapatillas como su oponente de Podemos.
Albert Rivera
El cambio tranquilo y, sobre todo sereno también se refleja en su imagen. Fue el único de los tres candidatos que asistieron el primer debate electoral organizado por 'El País' que llevó corbata. En medio se situó Sánchez con chaqueta pero sin corbata y a la izquierda Pablo Iglesias sin chaqueta ni corbata. Es el único de los tres aspirantes primerizos que lleva siempre traje. También es el único que no se remanga la camisa cuando no lleva chaqueta, aunque siempre intenta evitar esto último.
Alberto Garzón
Su imagen no destaca por la informalidad, como la de Pablo Iglesias (zapatillas, pulseras, sin chaqueta, etc.) pero tampoco lleva nunca corbata. Lo más significativo y simbólico de su imagen es el pin del que nunca se desprende, al igual que la mayoría de dirigentes de su partido. Se trata de un triángulo rojo invertido, que era la marca de los presos políticos comunistas en los campos de concentración nazis.
Mariano Rajoy
Siempre de traje, su imagen es la más sobria, impasible y también invariable de todos los candidatos. La diferencia más reseñable tiene que ver con su barba, canosa, que marca una distancia generacional con el resto de sus oponentes. Un rasgo que trata de poner en valor, no solo para identificarse con el sector de votantes que más fidelidad a su partido (los mayores de 65 años), sino para potenciar los valores asociados a la edad, como la experiencia o la sabiduría.