martes, 23 de febrero de 2016

La ‘Guerra del pan’ termina con la ruina de su creador

En 2012, José Navarro comenzó a vender una barra de pan al increíble precio de 20 céntimos en su panadería de Quart de Poblet, en la provincia de Valencia. Hasta ese momento, la competencia la vendía a 60 céntimos, por lo que su decisión desencadenó la denominada ‘Guerra del pan’. Cuatro años después, esta batalla de precios ha terminado en ruina. 
La brutal bajada de Navarro, en un momento en el que la crisis económica golpeaba como nunca al país con 5millones de desempleados, hizo de este panadero toda una celebridad: el éxito de su política comercial le granjeó miles de clientes y pasó de tener solo un local a gestionar 9 tiendas bajo la marca Obrador Navarro y una plantilla de 150 trabajadores.


Medios de comunicación como la BBC le dedicaron reportajes, en los que sus empleados se mostraban orgulloso de haber conseguido que la competencia bajara el precio del pan y también explicaba su éxito, a pesar de lo ajustado de la valía de su producto: “Hemos conseguido desarrollar un producto que sea sostenible. El concepto no es nuevo, Zara ya lo hizo en su momento con ropa de diseño a bajo costo. Tenemos tiendas que venden 20.000 barras de pan al día. Si a cada pan le ganas dos céntimos, ya tienes 40.000 céntimos (de beneficio)”, explicaba Raúl Martín, jefe de ventas de la empresa. 

En su momento, el gremio de panaderos vio inviable la barra de 20 céntimos. Sus responsables argumentaban que un kilo de harina costaba 45 céntimos, y que con esa cantidad solo se pueden hacer 5 barras. A esa cifra hay que sumar el transporte, el sueldo de los empleados y el gasto en agua y energía.

Este análisis ha terminado siendo el acertado. Obrador Navarro se encuentra actualmente en preconcurso de acreedores al no poder hacer frente a las deudas, según informa LevanteEl gestor de la empresa de Navarro asegura en el programa de TVE Teleobjetivo que la deuda de la empresa con los bancos supera el millón y medio de euros. “No le queda prácticamente nada”, asegura el representante. 

El empresario achaca el fracaso de su proyecto al acoso de sus competidores, y al cierre de una de sus tiendas tras una denuncia interpuesta ante Sanidad. El poco margen de ganancia que tenía su producto no ha generado suficientes beneficios para soportar este este tipo de contratiempos.
Yahoo Noticias 23-2-2016